“Somos los libros que leemos, las películas que miramos, las personas que conocemos, los sueños que tenemos, las conversaciones en las que participamos. Somos lo que hacemos de eso. Somos el sonido del océano, un soplo de aire fresco, la luz brillante y el rincón oscuro. Somos la colección de cada experiencia que tenemos en vida. Somos cada simple día. Hay que ahogarse en un mar de conocimiento y existencia.
... y hay que compartirlo.
Bueno, bueno, bueno… cuestión que llegó el momento del balance y me agarra así como “ambustias” (sí, con B, porque es como una angustia que supera lo conocido) en este momento…
Se termina el 2024 y empezará el 2025… y si bien este año tuvo cosas muy buenas, tengo mis esperanzas renacidas para lo que puede traer el año nuevo…
(dicen que los años impares siempre sorprenden, aunque siempre que va a comenzar un año nuevo siento la “soledad de los números primos”).
Será cuestión de ir preparando de nuevo mi brújula para encontrar de nuevo el norte.
El tiempo, ese sabio que siempre te enseña utilizando las ausencias y la distancia, será mi maestro una vez más.
Comienza un 2025 lleno de nada. Está en nosotros ir llenándolo con todo lo que se nos ocurra. Tenemos 365 hojas en blanco para garabatear lo que se nos dé la gana (no siempre todo tiene que ser una línea recta). Y los tachones también tienen su encanto así que aprendamos a perder el miedo de escribir con tinta…
Brindo HOY y SIEMPRE para que los miedos se vayan todos.
Nuestro camino es construido por nuestros propios pasos. Pero la belleza al caminar depende de quiénes van con nosotros.
... porque me hacés sentir como un volcán, erupcionando palabras todo el tiempo, que se derraman en versos incendiarios que te nombran...
... de oír tu voz ahora que estás tan cerca como quiero...
... de gastar mis ganas de vos, con vos...
... de crear ilusiones que me llevan a elegir estos senderos donde apareciste, aunque se presente difícil transitar y mantener los pies en la realidad al mismo tiempo.
Y así ando... sin intersecciones hasta vos, por los límites de tus bordes, esperando el vértice que nos una en ese camino de regreso hasta nosotros.
Es sólo verte para que millones de sinapsis contradictorias se mezclen con los sentimientos que no se contradicen, sino todo lo contrario: me exponen ante ti como el mejor ejemplo de lo que me provocás...
Y mi mente luchando en vano para ordenar el caos en el que me convierto cuando tu seria sonrisa me secuestra... dando órdenes en vano en millonésimas de segundo para que mi cuerpo termine siendo nada más que un blanco fácil de tus ojos.
A mí, en lo personal, estas cosas también me soplan por dentro...
... y no sé si es necesario atribuirle carácter de pronósticos y mágicos pasadizos hacía un suceso venidero y etc... y etc...
Creo que basta con ese instante en el que se te afloja el cuerpo con una comisura de asombro y de agrado y hasta de gratitud, porque así de hermoso y de simple se comienza a comprender el privilegio de coincidir...
Bien, tú hiciste, me hiciste, y puedes apostar que lo sentí. Traté de ser frío pero eres tan ardiente que me derretí. Caí justo en las grietas, yo estoy tratando de volver. Antes de que el frío se acabe estaré dando mi mejor prueba y nada va a pararme, excepto una intervención divina. Y reconozco que es mi turno para ganar algo o aprender algo.
Pero no quiero esperar más, no más, no puedo esperar, soy tuyo.
Abre tu mente y mira como yo, abre tus planes y, diablos, eres libre. Mira dentro de tu corazón y encontrarás amor, amor, amor, amor. Escucha la música del momento, la gente baila y canta, todos como una gran familia, es tu derecho divino a ser amado, amado, amado, amado.
Por eso no quiero esperar más, no más, no puedo esperar, estoy seguro. No necesitamos complicarnos, nuestro tiempo es corto, ese es nuestro destino, soy tuyo.
Pero quieres venir, acércate más cariño y te morderé la oreja.
He estado gastando durante mucho tiempo viendo mi lengua en el espejo y, siendo honesto, sólo para tratar de verlo más claro, pero mi aliento empaña el vidrio, entonces dibujo una nueva cara y río. Supongo que lo que quiero decir es que no hay mejor razón que deshacerte de tu vanidad e ir solo con las estaciones, es el objetivo que tenemos que cumplir. Nuestro nombre es nuestra virtud.
Pero no quiero esperar más, no más, no puedo esperar, soy tuyo.
Abre tu mente y mira como yo, abre tus planes y, diablos, eres libre. Mira dentro de tu corazón y encontrarás que el cielo es tuyo. No hay necesidad de complicarse, no por favor, no por favor, por favor no, no hay necesidad de complicarse porque nuestro tiempo es corto, esto es nuestro destino SOY TUYO.
Bien, tú hiciste, me hiciste, y puedes apostar que lo sentí. Traté de ser frío pero eres tan ardiente que me derretí. Caí justo en las grietas, yo estoy tratando de volver. Antes de que el frío se acabe estaré dando mi mejor prueba y nada va a pararme, excepto una intervención divina. Y reconozco que es mi turno para ganar algo o aprender algo.
Pero no quiero esperar más, no más, no puedo esperar, soy tuyo.
Abre tu mente y mira como yo, abre tus planes y, diablos, eres libre. Mira dentro de tu corazón y encontrarás amor, amor, amor, amor. Escucha la música del momento, la gente baila y canta, todos como una gran familia, es tu derecho divino a ser amado, amado, amado, amado.
Por eso no quiero esperar más, no más, no puedo esperar, estoy seguro. No necesitamos complicarnos, nuestro tiempo es corto, ese es nuestro destino, soy tuyo.
Pero quieres venir, acércate más cariño y te morderé la oreja.
He estado gastando durante mucho tiempo viendo mi lengua en el espejo y, siendo honesto, sólo para tratar de verlo más claro, pero mi aliento empaña el vidrio, entonces dibujo una nueva cara y río. Supongo que lo que quiero decir es que no hay mejor razón que deshacerte de tu vanidad e ir solo con las estaciones, es el objetivo que tenemos que cumplir. Nuestro nombre es nuestra virtud.
Pero no quiero esperar más, no más, no puedo esperar, soy tuyo.
Abre tu mente y mira como yo, abre tus planes y, diablos, eres libre. Mira dentro de tu corazón y encontrarás que el cielo es tuyo. No hay necesidad de complicarse, no por favor, no por favor, por favor no, no hay necesidad de complicarse porque nuestro tiempo es corto, esto es nuestro destino SOY TUYO.
Quiero mis manos porque son nobles compañeras de mi pasión. Las quiero con fuerza, las quiero con miedo…
Quiero mis manos porque son el dulce milagro del tacto al recorrerte.
Quiero mis manos porque me gustan, porque no son como mis ojos o como mi boca.
Quiero mis manos por vestirme con música en mi piano… porque te desarreglan el pelo, porque te secan las lágrimas, y porque te acariciarán el sueño cada mañana que despiertes a mi lado.
También quiero el sentimiento que me corre por dentro cuando te nombro, y cómo te me instalas en el pecho en el mismo instante. Debe ser que te SIENTO entero, y mis manos te resumen al tenerte, me sinceran contigo… a escondidas, reservándote el calor en mis bolsillos.
Quiero mis manos que sujetan las tuyas, y después… allá… no importa dónde... el resto.
Como si nada me bastase, quiero mis manos cuando acarician el viento o pasan las hojas de los libros.
Quiero mis manos cuando buscan su morada en tu pecho, calmándose en reposo, desparramando las yemas de mis dedos en tu cuerpo.
Tal vez porque te pertenecen… quiero mis manos.
Tal vez porque no te olvidan… quiero mis manos.
Tal vez porque te escriben estas líneas…
… porque con cerrar mis ojos ya estás flotando entre mis manos.
en lengua inglesa se transforma en wish en nuestra lengua se transforma en beso. es lo que siento cuando mi auto dobla en la esquina de tu calle pero yo no voy a verte. nombre del ritmo que mi corazón late cuando te encuentro. cuando vos tenés planes tan grandes que no caben en el querer.
Estaba la levísima embriaguez de andar juntos, esa alegría, como cuando se siente la garganta un poco seca y se ve que por admiración se estaba con la boca abierta. Respiraban de antemano el aire que estaba delante, y tener esta sed era su propia agua. Caminaban por calles y calles, hablando y riendo, hablaban y se reían para dar materia y peso a la levísima embriaguez que era la alegría de su sed. A causa de los autos y la gente, a veces se tocaban, y al tocarse —la sed es la gracia, pero las aguas son de una belleza oscura—, y al tocarse brillaba el brillo de las aguas, la boca un poco más seca de admiración. ¡Cómo admiraban estar juntos!
Hasta que todo se transformó en no. Todo se transformó en no cuando quisieron esa misma alegría suya. Entonces la gran danza de los errores. El ceremonial de las palabras desacertadas. Él buscaba y no veía, ella no veía que él no había visto, ella, que sin embargo estaba allí. Él, que estaba allí sin embargo. Todo fue un error, y estaba la gran polvareda de las calles, y cuanto más se equivocaban, más querían con aspereza, sin una sonrisa. Todo sólo porque habían prestado atención, sólo porque no estaban lo suficientemente distraídos. Sólo porque, de pronto exigentes y duros, quisieron tener lo que ya tenían. Todo porque quisieron darle un nombre; porque quisieron ser, ellos que eran. Aprendieron entonces que, si no se está distraido, el teléfono no suena, y que es necesario salir de casa para que la carta llegue, y que cuando el teléfono finalmente suena, el desierto de la espera ya cortó los hilos.
Aparece tu recuerdo y no te voy a decir que no sustituyo algunos pensamientos por tu nombre, y a eso lo puedo denominar: reponer el alma… o una especie de herencia…
La casa no tiene pulso cuando no está tu corazón haciéndonos correr la sangre cotidiana.
Ponerle voz a una hoja en blanco es como tirar la moneda a la fuente después de pedir el deseo…
Me salen tímidas las ganas de contarte cómo te extraño, aún con tanta poesía en mis adentros, aunque hoy sólo son unas prosas atoradas.
Mis temores ya están domesticados...
Mis ganas de vos, ordenadas alfabéticamente...
Tengo un tratado de paz firmado con mi impaciencia...
Mis ganas de vos y de mí juntas en el sillón mirando Netflix…
