... porque me hacés sentir como un volcán, erupcionando palabras todo el tiempo, que se derraman en versos incendiarios que te nombran...
... de oír tu voz ahora que estás tan cerca como quiero...
... de gastar mis ganas de vos, con vos...
... de crear ilusiones que me llevan a elegir estos senderos donde apareciste, aunque se presente difícil transitar y mantener los pies en la realidad al mismo tiempo.
Y así ando... sin intersecciones hasta vos, por los límites de tus bordes, esperando el vértice que nos una en ese camino de regreso hasta nosotros.
Es sólo verte para que millones de sinapsis contradictorias se mezclen con los sentimientos que no se contradicen, sino todo lo contrario: me exponen ante ti como el mejor ejemplo de lo que me provocás...
Y mi mente luchando en vano para ordenar el caos en el que me convierto cuando tu seria sonrisa me secuestra... dando órdenes en vano en millonésimas de segundo para que mi cuerpo termine siendo nada más que un blanco fácil de tus ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario