Bueno, bueno, bueno… cuestión que llegó el momento del balance y me agarra así como “ambustias” (sí, con B, porque es como una angustia que supera lo conocido) en este momento…
Se termina el 2024 y empezará el 2025… y si bien este año tuvo cosas muy buenas, tengo mis esperanzas renacidas para lo que puede traer el año nuevo…
(dicen que los años impares siempre sorprenden, aunque siempre que va a comenzar un año nuevo siento la “soledad de los números primos”).
Será cuestión de ir preparando de nuevo mi brújula para encontrar de nuevo el norte.
El tiempo, ese sabio que siempre te enseña utilizando las ausencias y la distancia, será mi maestro una vez más.
Comienza un 2025 lleno de nada. Está en nosotros ir llenándolo con todo lo que se nos ocurra. Tenemos 365 hojas en blanco para garabatear lo que se nos dé la gana (no siempre todo tiene que ser una línea recta). Y los tachones también tienen su encanto así que aprendamos a perder el miedo de escribir con tinta…
Brindo HOY y SIEMPRE para que los miedos se vayan todos.
Nuestro camino es construido por nuestros propios pasos. Pero la belleza al caminar depende de quiénes van con nosotros.
GRACIAS POR ESTAR.
Felicidades en Extra Brut.

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