viernes, 31 de mayo de 2024

martes, 28 de mayo de 2024

solo...

 


Y sigo escribiendo a pesar de tu ausencia.


Y mi poema te refleja ... 

... distante ... 

... porque no me exijo ni nostalgias...

... ni poesía ...

 

... ni renglón.


jueves, 23 de mayo de 2024

El niño homosexual está en guerra...

El niño homosexual está en guerra. No sabe todavía que es homosexual. Ni que está en guerra. También desconoce las causas de ambos hechos. Sin embargo, nació en guerra. Maldición, la de haber sido parido en territorio enemigo.

El niño judío sufre la estupidez del mundo y vuelve a casa y en su casa sus padres judíos le dicen “estúpido es el mundo, no vos”. Y le hablan de por qué esta noche no es como todas las noches y le cuentan de aquella vez que hubieron de salir corriendo y el pan no se levó.

Le dan una lista de valores y tradiciones y le dicen: “Vos estás parado acá”. Y sabrá, el niño judío, que no está solo.

El niño negro sufre la estupidez del mundo y vuelve a casa y en su casa sus padres negros le dicen “estúpido es el mundo, no vos”. Y le hablan de la cuna de la humanidad, de un barco, una guerra. Le dan una lista de valores y tradiciones y le dicen: “Vos estás parado acá”. Y sabrá que no está solo.

El niño homosexual sufre la estupidez del mundo y ni se le ocurre hablar con sus padres. Supone que se van a enojar.

Él no sabe por qué, pero se van a enojar. Y para sus padres, lo peor, es creer que su hijo no es como ellos. Se enfrentará con algunas tonteras el niño homosexual. Será parte de una minoría con la cual las relaciones que han establecido las mayorías han sido, generalmente, de crueldad. Las mayorías heterosexuales se han creído, a lo largo de los siglos, moralmente superiores y por lo tanto, con derecho a decidir cómo tienen que vivir todos los demás. La homosexualidad –en realidad, todas las sexualidades no reproductivas – fueron pecado para las religiones, fueron enfermedad para la ciencia y fueron delito para el derecho y los Estados. El poder no nos ha querido nunca.El niño homosexual, solo por haber nacido homosexual, solo por haber sido parido en territorio enemigo, está en guerra con la religión, con la ciencia y con el Estado.

¿Cómo podría enfrentar un niño una lucha tan desigual? ¿Con qué armas? ¿Dónde está el adulto que lo escuche?

Con el tiempo, la ciencia que un día había decretado que la homosexualidad era una enfermedad, con la misma ligereza, decretó otro día que no lo era. No pidió perdón, pero por un decreto afirmó que éramos enfermos, y por otro, que ya no lo éramos.

Fue la primera de las tres fuerzas que reconoció el error. No, perdón no pidieron. 

-Osvaldo Bazán- 

Escritor argentino, autor de Historia de la homosexualidad en Argentina.

viernes, 17 de mayo de 2024

homofobia...

 

"Yo era el chico gay del curso, el amigo gay que para las chicas era un "desperdicio". Para los chicos, una vergüenza contagiosa que podría volverse sospecha contra ellos si por acaso me tratasen como gente. El fracaso de mi padre, la culpa de mi madre, el problema dedicado de mis profesores. Para la iglesia, alguien maldito por el deseo, aún cuando todavía era virgen. Para mi psicóloga, un niño más sobreprotegido sintiendo falta de una figura masculina. Y para mí... Bueno, nadie nunca me preguntó nada".

lunes, 13 de mayo de 2024

cíclico...

 He intentado, anoche, no dejar ningún detalle olvidado de cada segundo compartido hasta el momento en que te fuiste.

He dado una vuelta, dos, y otra más.

Me he visto enajenado, en segundos capicúas e isósceles intentando despojarme de las sombras en mi espalda.

El silencio en que me envuelvo cada madrugada de lunes se vuelve pronunciable hasta la mudez.

Busqué una alianza con la almohada para que me cuente el misterio con el que te encierra y te me alcanza a todos y cada uno de mis sueños… y que luego me suelta para despertarme sin vos, abrazado al vaivén de este metrónomo de lunes… 


... tan constante…

viernes, 10 de mayo de 2024

(en)sueños...

 … y cómo contarlo… cómo volcar en palabras lo que se sintió en esa realidad lejana a esta conciencia…

Busco las palabras adecuadas y no están, no las encuentro… no existen.

(esto es nuevo… esto es nuevo… esto es nuevo… repito y repito con los ojos cerrados).

Me pasan las horas, la mañana, la tarde, el día. No encuentro palabras.

Mis manos intentan hacerme las cosas más fáciles. Voy al piano… no me alcanza.

Vos estabas ahí, estabas conmigo.

Reías y hacías todo más fácil. Todo es más fácil con esa sonrisa… y yo dudo si esa sonrisa es para mí.

Me llueven las dudas, se me caen de los bolsillos, sacuden mi suelo.

 Y llega tu abrazo… y tiemblo como un ave a punto de emprender su primer vuelo, a punto de dejar el nido. El corazón a mil… se desarma… grita… no hay pulso.

Y sin vos TODO es un mundo nuevo.

 Acomodo palabras. Escribo. Cuento nuestra historia. Invento partes… (mi memoria y mi orgullo siempre se enfrentan cuando tengo que hablar de lo que fuimos).

Y estás de nuevo frente a mí. Me tomás la mano, la apoyás en tu pecho… y deviene el beso.

Y no hay cielo, no hay infierno, no hay nada…

 Existe el beso y este silencio.

Después te volvés pequeño y te refugiás entre mis brazos… y yo te siento ENORME y seguís entre mis brazos… y mis brazos parecen no haber tocado nada nunca… y me pregunto si saben abrazar de antes…

AHORA todo es silencio. Un silencio nuevo. El silencio de un invierno nuevo. Un silencio que nació en un otoño nuevo y que, irremediablemente, florecerá en una primavera nueva.

 Porque mi mundo es nuevo desde que te fuiste.

Y porque al abrir mis ojos el sueño te llevó de nuevo…

miércoles, 8 de mayo de 2024

naturaleza muerta...

 


… con la flor que sobrevivió a las pocas horas que le dejé a la  noche, y me contó que se cayó de entre las páginas de un libro, que se  dejó deslizar de las frases del poeta, porque quería saber si veía en su  silencio blanco los espacios entre las palabras...

martes, 7 de mayo de 2024

distancias...

 Me siento lejos... tan lejos...

Los días se descorren como cortinas.

Y el paisaje es tan distante.

A veces me doy cuenta del descuido

(sólo a veces)

y me distraigo en escribirte para protegerme del olvido.

lunes, 6 de mayo de 2024

hace tiempo...

 … Hace rato que no hablamos...

A veces viene alguien y me pregunta de vos. Le cuento que estás bien, supongo... al menos por lo poco que veo entre fotos y publicaciones… 

Y sonrío, tranquilo... en paz.

Hace rato que liberé todos los fantasmas que habías dejado en mi interior. Y al caer la noche ya no tengo mi monólogo interior ni lo encuentro dialogando con vos en mi cabeza. Ya el diálogo dejó de ser discusión. Ya dejé de echarte en cara las cosas. Ya te pedí perdón por las que hice...

He aprendido dos cosas: que por muchas razones que tengamos, nunca tendremos la razón. La verdad no es de nadie. Quiero decir que la verdad no pertenece a nadie, que ella, como sinónimo de la realidad, se nos impone a todos. Somos muy tontos los seres humanos. Nos cuesta asumir que ha pasado lo que ha pasado. Cerramos los ojos. Deseamos que nuestro amor sea tan grande que lo haga desaparecer. O buscamos evadir para procurar olvidarlo.

Nada sirve. La verdad, la única manera de enfrentarla, es asumirla. Por dolorosa o triste que sea.

La segunda cosa que aprendí es que por las puertas que dejamos abiertas, y que son necesarias, podría entrar cualquiera.

Eso asusta.

Nosotros quisiéramos a veces que fuera el mismo renovado. Pero a lo mejor entra otra persona. Y sólo puedo darte un consejo: dejalo.

Dejá que entre cualquiera por las puertas que dejás abiertas en tu vida con alegría. Que hay cosas de la piel que sólo se arreglan con otra piel. Que quien no nos conoce nos lava las heridas y nos da oportunidades. Merthiolate para el alma... del que no pica.

Y al cabo, como no hay dos sin tres, quizá he aprendido otra cosa: todos, hasta el más miserable, somos más que cicatrices.

Que no es cuestión de esconderlas, pero también hay regiones en nuestro corazón que son anchas praderas de hierba blanda donde acostarse a mirar el cielo y compartir la vida.

Yo ya estoy en eso…

Tratando de estar en paz. 


… y vos sabés de mí.

domingo, 5 de mayo de 2024

escribir(te)...

 ... entre el jueves y el viernes me deshago de palabras.

Escribo mientras pierdo un día y espero que llegue el otro...

La cabeza en alto.

(Mis pensamientos desparramados.)

La mirada al frente.

Las manos frías, y la sangre caliente.

Como una terapia: escribo. Dejo escrito lo que pienso, pensando lo que escribo.

 Sin temores: escribo. Sabiendo por quién: escribo.

Hay días de silencio... hay palabras de ausencia.

Están las sonrisas que me buscan y las caricias que no llegan.

Y está tu nombre envenenando mis recuerdos, amontonando letras antes de que se me escapen.

Escribo: momentos... olvido.

... escribo entre el jueves y el viernes, como si hablara...

 (Todo es relativo.)

Es un intento de más de eliminar tu ausencia, haciéndola presente.

 Escribo... todo lo que soy capaz de imaginar.

(Porque sigo siendo capaz de sobrevivirte...)

jueves, 2 de mayo de 2024

deseo...

 


"Que nuestros amigos nos amen cada vez más. Y que nuestros enemigos descubran enseguida lo que es el AMOR".