Todos nos movemos por percepciones, por la impresión que nos queda de los otros, por conceptos y preconceptos. Así cada una de las personas que conozco y a su vez me conocen tienen una noción parcial y fragmentada de mí.
Para algunos de mis hermanos soy también un amigo. Para algunos de mis amigos soy sólo un compañero. Para algunos de mis compañeros, sobre todo los del trabajo soy un personaje. Hay quienes creen que no me tomo casi nada en serio. Y quienes creen que no tengo sentido del humor. Para algunos soy un tierno en el fondo. Para otros tengo un fondo demasiado GRANDE. Para algunos soy un modelo a seguir. Para otros alguien que no se debe imitar. Para alguien soy una mitad. Según un hermano la tengo re clara. Para mi mamá siempre hice lo que quise. Para mi viejo representé un misterio. Así tengo al menos una opinión por cada una de las personas que integran mi vida…
La realidad es que yo, de algún modo, soy todas esas personas y ninguna. Y muchas otras más. Por eso cuando alguien en una reunión, en la calle, en un curso o donde sea me pregunta ¿vos quién sos? no me queda otra más que levantar los hombros y sonreír resignado…
¿Para vos quién soy?...

No hay comentarios:
Publicar un comentario