En el registro de la propiedad de mi almohada, dice que tengo un lado tierno que quiero compartir con vos hasta perder la cuenta…
Mirarte como si mis ojos susurraran mientras te tenga durmiendo a mi lado.
Sigo escribiendo el guión de la película que nos debemos, aunque todo quede en un discurso fílmico y no pase al universo tangible... sigo escribiendo porque una posibilidad siempre existe.
Deseo seguir robándonos el tiempo con síntomas de solvencia. Inventar ese abrazo que te deje en mí y quieras quedarte… inventar ese beso que me permita decirte de una vez y para siempre lo que ya sentimos.
No me alcanza memorizarme en tus ojos, quiero dejar de tropezar con tu piel.
Y en el derrumbe del cielo sobre mi cama, no me queda más que un insomnio “cum laude” condecorado con el amanecer en tu cuerpo junto al mío.
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