... y aún en los sueños que voy apartando todavía apareces al fondo de todos mis paisajes... vos y tus misterios, tus inseguridades, tus niño adulto, tu extraña victoria.
Esa tu altanería de mirar las estrellas como nadie, esa arrogancia de marcar mi corazón y de dejarme libre, y yo intentando, sin embargo, existir.
Y sigo viviendo, ordenando el alma como sale, el desmoronamiento latente, como acechando.
Nunca tuve miedo, aunque de un tiempo a esta parte te rehúyo... te siento como una especie de espectro que me hace daño que vez que alguien te nombra.
Los recuerdos que me piden que regreses me andan rondando, abandoné todo lo que dificultó mi partida de tu lado y me fui con toda la noche por delante... temeroso de lo que dejaba, inseguro de lo que vendría, incierto del sentimiento que dijiste que teníamos...
... con todo el cielo en mi camino, con todo el tiempo nuevo que me nace, aún sigo sabiendo que me dolerás todavía muchas veces.
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