… revelame palabras limitadas y espumosas. Letras desanudadas que me invadan el cuerpo como tus caricias. Sílabas deshonestas que instauren conflictos de intereses en sus palabras… Provoca tu ausencia con un ejercicio de oratoria. Murmura cualquier exceso de versos. Argumenta hasta que no nos quede más remedio que entendernos. Sintetiza cada discurso insaciable con un beso hasta que el habla sea un pleonasmo y el silencio una recompensa…
Hagamos del lenguaje un pecado capital.
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